Día 21 de septiembre

Hooola!!
Hoy me he levantado muy pronto porque a las 8 empezaba la clase de inglés. Tenía tanto sueño, que he dado cabezadas y todo. Además la clase me ha parecido súper difícil porque nos tenemos que leer 4 libros tipo Otehello, Macbeth… Voy a morir.
Lo único gracioso es que de pronto una chica ha estornudado y el profesor le ha dicho “bless you” y ella ha dicho “thank you” y de repente el profesor da tres palmadas (clap-clap-clap). Está bastante loco y nos ha dicho muy serio que a partir de ahora lo twníamos que hacer porque si no, un ángel se moría. Sin comentarios. Eso sí, al cabo de poco tiempo otra chica ha vuelto a estornudar, ha pasado lo mismo y algunos de la clase han dado las tres palmaditas muy tímidamente.
He comido con Sonia y después íbamos a ir a mi clase de teatro. Ella que es tan rica me iba a acompañar sólo para ayudarme a coger apuntes. Me doy cuenta de que no se donde es esta semana la clase (sí, algunas asignaturas van cambiando de clases, de días, de horas, etc) Así que, vamos a la biblio a intentar apuntarnos a una asignatura que se llama “lenguaje de signos”. Después le acompaño al banco y vamos juntas a entregar los papeles de la caf. Como siempre, sabía que a ella no le iban a poner ningún problema y a mi sí. Pues efectivamente, la gorda que me atiende me dice que hace falta una cosa del banco que me había dejado en casa. Sonia, que ya le habían atendido, le dice a la señora que a ella no se lo habían pedido. Resulta que si que era importante, así que como ella llevaba toda la documentación del banco lo pudo entregar a tiempo. Y a partir de ahora empieza como si fuera una película. Eran las 3 y media y a las 4 y media cierran. No, tampoco abren por la tarde y sí, se tarda como media hora andando desde la CAF a mi resi. Llamamos a un taxi y como no, no lo cogen. No se cómo lo he hecho pero a menos diez o así he llegado a la resi, corriendo lo he cogido y corriendo le he dicho a mi directora que llamara a un taxi. A en punto ha llamado el taxi y a y 10 ha llegado. En cuanto me he subido al taxi le he dicho que tenía mucha prisa y que iban a cerrar. El tío dejaba pasar a tooodos los peatones, todos los semáforos estaban en rojo y yo cada vez más histérica. Cuando el tío se ha dado cuenta de que realmente no llegaba se ha puesto las pilas y casi pilla a una chica que cruzaba. He llegado a y 20 y, por supuesto, me he colado por toda mi cara. Lo he entregado y …otra media horita andando. ¡Ha sido agotador!
Después he quedado con María y hemos visto el internado en casa de Patricia.
Os quierooooo!