jueves, 18 de noviembre de 2010

Quinto día con mi familia

Cou-cou!!!

El último día fue uno de los mejores porque fuimos a La Baule. Es una ciudad total de cuento. Está llena de pequeñas casas y de tiendas muy elegantes y lo mejor: la playa y el mar. Me lo pasé genial cogiendo conchas blancas y caracolas.




Es uno de los sitios más bonitos en los que he estado nunca. Es súper tranquilo pero a la vez hay mucha gente, es pequeño y a la vez grande y sobretodo es estupendo pasear por el paseo marítimo. Me encantaría pasar el verano allí.


La guinda fue el sitio en el que comimos. Si digo un chiringuito va a parecer que es cutre, que huele a sardinas y que hay tanta gente que no se puede ni respirar y más bien es todo lo contrario.
Sin duda alguna es el sitio más bonito donde he comido nunca y va a ser muy difícil superarlo. Era un “chiringuito” súper-mega-ultra moderno. De hecho todo estaba lleno de fotos con famosos. Te podías sentar dentro o fuera. Cuando digo fuera es porque estás sentado en una especie de sofá con muchos cojines que está sobre un suelo de madera. Está cubierto para que no entre mucho frío, pero lo mejor es que está rodeado de cristales con lo cual ves la playa y el mar por todas partes. Además comimos genial.


Fue horrible porque no nos queríamos ir nunca, pero al final cogimos el coche y fuimos a Nantes. No nos dio tiempo a hacer mucho. Sólo vimos el castillo, la catedral y paseamos un poco por las tiendas. Yo ya había estado con mi madre y la verdad es que me volvió a defraudar un poco. También es verdad que comparado con la Baule no hay nada.



 

  Después cenamos allí, en un italiano y después volvimos a     Angers y de nuevo a dormir….


No hay comentarios:

Publicar un comentario